lunes, 13 de abril de 2009

HISTORIA DEL VIBRADOR II

Durante el siglo XIX, el masaje de clítoris es considerado el único tratamiento adecuado contra la histeria, de manera que cientos de mujeres con cualquier comportamiento extraño -ansiedad, irritablilidad, fantasías sexuales- son enviadas inmediatamente a su médico para recibir un masaje relajante en la zona y les induzca a un "paroxismo histérico", hoy conocido como orgasmo.

Una máquina francesa patentada en el año 1860 aseguraba alcanzar el paroxismo en un tiempo record de cuatro minutos. Un avance, sin duda, pero que seguía resultando poco práctico, difícil de transportar y de dudosas higiene. Si el matrimonio no solucionaba el problema, la hípica, las mecedoras y los trenes más inestables de la época también se recetaban como tratamientos alternativos.


Por esos mismos años, en el hospital parisino de La Salpetrière, el Dr. Charcot buscaba nuevas respuestas estudiando a pacientes aquejadas de histeria, a las que trataba con hipnosis, como se ve en este cuadro de respuestas estudiando a pacientes aquejadas de histeria, a la que trataba con hipnosis, como se ve en este cuadro de André Brouillet en 1887. Profesor de Sigmund Freud, los estudios de Charcot y su desarrollo posterior en las obras de sus alumnos crearon un nuevo campo de estudio psicológico y psicoanalítico de la histeria.

En el año 1870 un vibrador de aire se encuentra disponible para spas y médicos, pero tiende a perder efecto antes de que el tratamiento esté completo.

En 1872 un físico estadounidense patenta el "Manipulador" un aparato vibrador para dar masajes que funciona a vapor. Advierte que el tratamiento debe ser supervisado para evitar un sobreuso.

Hacia el año 1880, cansado de masturbar manualmente a sus pacientes, el doctor Joseph Morimer Granville patenta el primer vibrador electromecánico con forma fálica como herramienta terapéutica para masajear la pelvis de manera fácil e higiénica. Pero era grande, pesado y funcionaba con vapor, por lo que sólo fue utilizado en hospitales con fines médicos y era totalmente inadecuado para el uso doméstico.



En 1900 otros físicos siguen produciendo ingenios cuya finalidad es servir como vibradores. Varios artículos y libros de texto sobre la técnica de masaje vibratorio alaban la versatilidad de estas máquinas para tratar casi todas las enfermedades en ambos sexos y ahorrar a médicos tiempo y trabajo. Estos vibradores reducían el tiempo que se tardaba en "llegar ahí" de una hora a unos 10 minutos.

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